Hay Esperanza

Caminas, das dos pasos, respiras profundo y algo desde muy adentro te dice, lo que estas haciendo es solo una ínfima parte de lo que en realidad puedes hacer, pero solo tienes la oportunidad para lo que estas haciendo.  Luego piensas que estas llamado, encargado o dirigido hacer algo mucho mas grande. Pero te encuentras en el mismo lugar que ayer, que la semana anterior y que el mes pasado… No hay nada mas interesante que seguir doblando la misma tela que has doblado por mas de 3 semanas consecutivas o darle a la misma tecla hasta el cansancio.

Sabes que lo que te enseñaron no se acerca ni siquiera a lo que estas haciendo, pero aun sigues ahí, en el mismo empleo que has estado por más meses de los que recuerdas, haciendo lo mismo una y otra vez. Parece que si las cosas siguen como van, el único cambio podría ser un tanto peor. Por eso aveces encuentras una fútil esperanza al pensar que las cosas podrían estar peor, porque en realidad lo podrían estar. No sabes si llorar o levantarte y seguir caminando con las pocas esperanzas que te quedan.

La verdad es que puede que las cosas nunca mejoren en nuestra vida terrenal. Que la enfermedad llegue y que aun los esfuerzos por mantenerte respirando con propósito sean inútiles.Pero aun ahí quiero decirte amigo mío que sí hay esperanza. Hay una seguridad de que las cosas que estamos viviendo no son simplemente para este mundo. Que así como los fetos que crecen dentro de su madre para luego vivir aquí en este mundo, nuestro espíritu crece para vivir en la eternidad. Tenemos la esperanza y la seguridad de que el Dios del cielo nos tiene preparado una vida junto con El. Cuando comprendas esto, Hermano mío, que no depende de nosotros sino de El, podrás tener paz en medio de tu día tan común y un tanto peor que el anterior. Podrás tener paz en medio de la tormenta.

Y si morimos por Él recordemos también que al morir, viviremos con El.

No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.  En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. Juan 14:1-3, NTV