¿Por qué los cristianos no deben ver pornografía?
Esta es sin duda una pregunta que muchos de los jóvenes cristianos de este tiempo se preguntan ¿Qué tiene de malo, no le estoy haciendo daño a nadie?
Muchas veces la contestación que recibimos es una llena de culpa o tan ambigua que nos deja de la misma manera de como llegamos. Muchas otras ocasiones la contestación es: “Así lo dice el Señor” o “Dios no quiere que veas porno.”
Esta pregunta me la hice yo también mientras sufría la tristeza y el dolor de no poder luchar contra mi propio cuerpo; Ponía en duda si en realidad este comportamiento es malo o no . ¿Serán normales estas ganas que tengo de satisfacer mi apetito sexual? ¿Acaso no es igual a la sensacieon de cuando tengo hambre y busco comida? Y si es así, ¿qué tiene de malo satisfacerla?
Hoy quiero tratar el tema desde varios puntos de vista para tener una imagen más clara de a lo que nos enfrentamos.
Comenzando desde el punto biológico, social y por ultimo bíblico.
Biológico
Cuando nuestra mente se encuentra con una imagen pornográfica el celebro libera dopamina y otras hormonas, produciendo placer. El encontrarnos en un océano sin fin de imágenes, produce en nuestra mente un apetito más grande de imágenes cada vez más fuertes y más provocativas para poder mantener el nivel de estamina. Convirtiéndose esto en una adicción real y seria, que debe ser atendida.
Estudios demuestran que existe un vínculo entre el alto consumo de pornografía (adicción) y disfunción eréctil ocasionado por una resistencia a imágenes de alto contenido sexual, en otras palabras necesitas más contenido para sentir el mismo efecto. Por otra parte se encuentra la falsa expectativa de cumplir con ideas sexuales irreales de vigor y resistencia produciendo más estrés en la pareja.
Social
Como toda adicción, la pornografía puede crear una apatía a círculos sociales, creando interacciones antisociales e imágenes falsas de relaciones saludables provocando entre muchos otros problemas una gran cantidad de divorcios. Esto debido a que las imágenes proyectas de las actrices con cuerpos “perfectos” crean una idea distorsionada de cómo es un cuerpo en realidad.
La pornografía no toma en cuenta los sentimientos de la mujer, que son de vital importancia para la pareja. Cómo por el contrario solo se enfoca en el acto de penetración, y no en la delicadeza del diálogo.
Economía 101: Oferta y demanda. El alto consumo de videos porno hace que haya una demanda inmensa de tales producciones, en resultado mas compañías han surgido para suplir la demanda dando empleo a mas actrices y actores.
La pregunta seria: ¿Que niña desea ser una ramera cuando sea grande? ¿Cuántos hermanos les gustaría que su hermana sea violada por un sin numero de hombres? O ¿a cuántos padres responsables lo primero que pensaron cuando vieron a su hija fue en un mero objeto de placer para millones de hombres alrededor del planeta? Yo dudo mucho que éste es el caso. Y entonces, por que no podemos lógicamente ver el problema que causa nuestra enfermedad.
“La adicción es una enfermedad y tenemos que tratarla como tal.” Michael Botticelli
Biblia
Por último, aunque la Biblia no habla directamente de imágenes pornográficas, podemos encontrar varios versículos que nos hablan de como manejar nuestra sexualidad.
Gálatas 5:21
“…Envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
1 de Corintios 6:9
“¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,”
Mateos 5:28
“Pero yo digo que todo aquel que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio en su corazón”
Para mí este versículo es el más claro, ver y codiciar a una mujer en nuestra mente ya es pecado. Pero hay buenas noticias, hay opciones para salir de la interminable cadena y adicción de la pornografía. Y esto no lo digo desde un atrio de santidad, si no más bien desde la experiencia de alguien que fue y es constantemente rescatado de esta adicción.
Este mundo sexualizado, que para vender un producto de limpieza de autos tienen a una mujer con menos ropa que zapatos, donde el contenido porno esta al alcance de tu mano las 24 horas, donde la edad promedio a exposición pornográfica es de 11 años, es sumamente difícil mantenerse sin luchar internamente por un estándar mayor de pureza. No es imposible, pero si es difícil.
“Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no temas el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla.” El arte de la guerra
Próximamente estaré compartiendo mas de mi experiencia, recursos y tácticas para ayudarte a luchar contra este mal que nos compete a todos.
Imagen por Dmitry Ratushny on Unsplash
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