Enfrenta Tus Miedos
¿Te has encontrado en una encrucijada en la vida donde no sabes que más hacer para salir de la incertidumbre donde te encuentras? Bueno, si no te ha tocado te felicito. Todavía te falta algo por vivir por que tarde o temprano te tocará vivirlo. Para aquellos que contestaron que sí, te invito a analizar tu historia.
De adulta yo no comía sopa. Me di a la tarea de buscar el por qué de esta encrucijada en mi vida ya que de niña sí comía sopa y en un momento dado aprendí que quizá había pasado por un trauma. Efectivamente; recordé que a mis 6 o 7 años, mi papá trajo dos palomas para hacer sopa de pichón ya que mi mamá se sentía indispuesta de salud y decían las voces del barrio que era una “sopa milagrosa”. Pues me di a la tarea de ayudar a mi papá, recuerdo como desplumaba a las palomas y todo el proceso que conlleva el cual no quiero ser gráfica con el suceso. Sin embargo, mi consciente nunca pareó que lo que hacíamos era para comer. Para hacer el cuento largo corto, sentados en la mesa pregunté por las palomas, a lo que la contestación fue que mirara la sopa. Pues sí, este suceso ocasionó el que yo me sintiera engañada y rechazara las sopas por el resto de mis días. Digo, pensé que iba a ser por el resto de mis días. De adulta pude superar este suceso y conscientemente añadir sopas a mi dieta. “¿Pero Milca, a que viene toda esta triste historia de la paloma y la sopa?” Me preguntarás.
Pues sencillo, muchas veces nos atamos piedras a los pies y vamos por el mundo llenándonos de frustraciones y miedos, engañándonos a nosotros mismos pensando que nunca superaremos aquel trauma por el que pasamos. Pretendemos que la gracia de Dios no nos cubre y llegamos a sentirnos como mártires y que merecemos todo lo que nos pasa. Comparto este versiculo contigo:
Más bien, el ayuno que yo quiero es que se desaten las ataduras de la impiedad, que se suelten las cargas de la opresión, que se ponga en libertad a los oprimidos, ¡y que se rompa todo yugo!” -Isaías 58:6
Amigo, oprimidos estamos todos de una manera u otra. Y Nuestro Padre quiere que seamos libre, libertad que empieza en nuestra mente. Suelta las ataduras mentales, busca dentro de tu ser para las respuestas y ora a Dios para que te ilumine en esa búsqueda de los miedos que tienes soltar.
Leave a Reply